La justicia, según el informante

¿Tácticas para atrapar terroristas o trampas para confundidos?

Por Hernán O. Gálvez

Hernan-Galvez-01Un simpatizante de un grupo terrorista islámico. Un plan para asesinar congresistas. Intervención oportuna del FBI. El ataque al Capitolio queda trunco y el frustrado yihadista, tras las rejas.
¿Bravo? ¿Palmas a los servicios de seguridad por ser tan eficientes? La respuesta tiene varias aristas. Todos nos sorprendimos cuando el FBI anunció el arresto en Cincinnati de Christopher Cornell, de 20 años, el pasado 14 de enero. Su plan consistía en activar explosivos caseros alrededor del Capitolio, en Washington DC, y disparar a los congresistas mientras huían. Para esto, Cornell había adquirido 2 rifles semiautomáticos y 600 rondas de municiones.
Los detalles de su arresto abren cuestionamientos válidos. Veamos: el informante que facilitó la captura conoció a Cornell en agosto del 2014 a través de la red social Twitter. Cornell, usando el alias Raheel Mahrus Ubaydah, publicaba violentas críticas contra el gobierno americano y mensajes de apoyo al estado islámico, urgiendo un inminente yihad. El informante fingió simpatía a las ideas de Cornell y contactó al FBI, ofreciendo su “ayuda”. Este informante no es un agente de inteligencia ni tampoco fue reclutado para cercar a Cornell. Es un ciudadano con problemas legales –dato corroborado por las mismas autoridades- que ofreció información en búsqueda de beneficios judiciales. Es cierto que ello no necesariamente invalida la investigación, pero sí agrega un matiz conflictivo que podría jugar en contra durante el juicio. No se sabe cómo Cornell pasó del dicho al hecho, y qué papel jugó el informante.
Christopher Cornell enfrenta cargos por intento de homicidio a un oficial gubernamental y posesión de armas para fomentar actos violentos. Su padre lo describe como un joven solitario y desorientado, un “hijito de mamá cuyo mejor amigo es su gato.”

Christopher Cornell estaba desempleado. ¿De dónde sacó el dinero -$1,700, según la denuncia- para comprar las armas y municiones? Su padre, John Cornell, acusa directamente al informante del FBI –a quien llama “soplón”- de haberle tendido una trampa: “No hay forma de que él hubiera obtenido solo el dinero para llevar a cabo cualquier tipo de ataque terrorista. Pienso que fue inducido.” John Cornell también indicó que su hijo se convirtió a la religión islámica no hace más de medio año. Lo describe como un joven tímido e influenciable: “Andaba medio desorientado, estaba tratando de encontrar algún tipo de dirección en su vida, estaba realmente vulnerable.”
John Cornell: “Los medios de comunicación ya han pintado a mi hijo como si fuera alguna clase de terrorista. Lo han pintado como si fuera alguna clase de yihadista. Christopher es una de las personas más amantes de la paz que conozco.”

Es un hecho, sin embargo, que Christopher Cornell compró las armas y municiones. Según el informante, el siguiente paso era viajar a Washington y ejecutar el plan. La denuncia indica que Cornell le envió el siguiente mensaje de texto: “Debemos reunirnos y formar nuestro propio grupo aquí en alianza con el estado islámico y planificar operativos nosotros mismos.”
En otra parte de la denuncia se indica que Cornell era simpatizante de ISIS, grupo terrorista islámico. Lo que no queda claro es si recibió instrucciones directas de ellos u otros extremistas. Otro párrafo del mensaje atribuido a Cornell siembra más duda que certidumbre: refiriéndose al fallido atentado, dice que “ya recibimos su visto bueno antes de inmolarse.” Cornell se referiría a Anwar Awlaki, líder terrorista islámico muerto en el 2011 a causa de un ataque con misiles de los Estados Unidos. ¿Awlaki le dio el “visto bueno” cuando Cornell tenía entre 15 y 16 años? ¿O Cornell se refería a la gran cantidad de propaganda terrorista publicada por Awlaki antes de su muerte? No se ha mostrado evidencia que involucre a Cornell con actos o manifestaciones violentistas antes del 2014.
De ser correctas las acusaciones, Cornell era un aspirante a terrorista bastante torpe. Según el FBI, el 29 agosto de 2014 escribió en Twitter: “Creo que debemos iniciar el yihad bajo nuestras propias órdenes y planificar los ataques y todo.” No creo que organización terrorista alguna desearía tener un pupilo tan obvio.
Es cierto que es mejor prevenir que lamentar. Cornell tiene mucho que explicar a las autoridades. Sin embargo, debe tomarse con pinzas a estos informantes free-lance que ofrecen alegremente sus “servicios” para mejorar su situación legal. Christopher Cornell puede ser un terrorista potencial atrapado a tiempo, o un fanfarrón con ideas equivocadas inducido al delito. La justicia decidirá.

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