Por: Octavio Aristeo López
(Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional Autónoma de México.)
Esta época histórica de México es una época distinta en el cual se dan acontecimientos dentro de nuestras particularidades como sociedad mexicana.
México y su historia está vinculada a la sociedad mexicana, por lo que, su existencia es objetiva, es concreta; al construir conceptos para explicar la realidad en su contexto histórico, tiene sus particularidades, propiedades y caracteres propias, distinguen su esencia interna, por ello, el concepto revolución puede entrar en contradicción con otros conceptos como la reforma y la modernidad; entonces, la formación del concepto revolución es contradictorio en lo concreto y lo abstracto en el concepto, ya que el conocimiento de un proceso revolucionario tiene como objetivo directo el descubrimiento de la revolución en la sociedad tomando en cuenta que la esencia interna de revolución que está llena de contradicciones, esta es una característica general y universal.
Por supuesto, existen contradicciones determinantes de la formación del concepto revolución, pero pone de manifiesto la esencia interna de la revolución en la realidad de la sociedad mexicana y no se puede ocultar, velar y hasta borrar por completo este concepto de nuestra realidad, que es el reflejo de los antagonismos de la sociedad mexicana, es el reflejo de la sociedad en esta época histórica que expresa la verdadera naturaleza de los mexicanos.
Por lo que, la revolución es la esencia contradictoria de la realidad, de ahí que Jesús Reyes Heroles afirme que forma es fondo (contenido) y fondo (contenido) es forma; la forma es el componente abstracto de los caracteres objetivos del concepto revolución y el fondo (contenido) está la contradicción en su interior; de aquí que a pesar de la unidad existen diferencias y rasgos específicos en los grupos sociales, ya que la realidad es el reflejo del concepto revolucionario.
Diferente a lo que afirma el pensador político norteamericano Samuel P. Huntington; el pensador político mexicano, Jesús Reyes Heroles (1921-1985), jurista, historiador y también académico, comenta: “Vivimos en un orden establecido en constante cambio, cuyo sentido y significado es bien claro: estamos en una revolución en evolución revolucionaria. Que no se subestime lo que implica la evolución revolucionaria. Ella se traduce en hechos, en movimientos, en consolidaciones y avances, en estrategias y tácticas…tenemos una tradición de evolución revolucionaria, de gobierno revolucionarios por origen y definición con altas y bajas, con flujos y reflujos, en el impulso e intensidad revolucionaria, que pocos países pueden vanagloriarse de tener”.
Esto reafirma que nuestro concepto de revolución es diferente al de otros países y al de otros pensadores políticos. Por ser formas y manifestaciones en la realidad determinada por cada país, por su carácter y sus rasgos específicos, entonces existe variación en el concepto revolución que está inmerso en el desarrollo histórico de cada nación, en México y su historia.
La revolución está vinculada a la sociedad mexicana, entonces, su existencia es real, objetiva y concreta; la revolución se da en la sociedad, en una sociedad llena de contradicciones que son determinantes y no se pueden ocultar, están expresando su voluntad dentro de las instituciones o fuera de ellas; por lo mismo, es certero afirmar, que México está en movimiento revolucionario. Está reflejando sus antagonismos. De aquí, que el gobierno norteamericano vigila y espía al Presidente de México.
La historia de México, no puede ser entendida, si no se toma en cuenta la presencia del gobierno norteamericano en los asuntos políticos de los mexicanos. Que sigue espiando no es novedad, lo hace desde la época independiente. Pues ni modo, así es, estamos cerca de un imperio, algunos comentan que somos su patio trasero; por lo mismo, nuestro margen de maniobra es limitado.
Existe información detallada, del sistema educativo norteamericano, preocupada por la precaria formación que hay en ciencias sociales, sobre todo, es escaso el saber de cómo funciona el Estado, sistema de justicia o su sistema democrático.
Esto explica el efecto Donald Trump, que es la imagen de la derecha norteamericana, amenazada a sí misma, y a su democracia. Están en un dilema, el dilema del prisionero, si no gana Trum estará en duda su democracia representativa y si gana, llego por medios democráticos. Es el despertar de la ciudadanía norteamericana.
Es interesante, el proceso electoral norteamericano, saber el cómo los mismos norteamericanos se espían y se autodestruyen. Y el silencio, a veces es más contundente como respuesta, como dijo el abate, predicador, francés Joseph Antoine Dinouart en el siglo XVIII (1716-1786), “El arte de callar” para entender y comprender: “Sólo se debe dejar de callar cuando se tiene algo que decir más valioso que el silencio”.
También, México y sus revoluciones, está lleno de odios y traiciones. Vendettas simuladas entre los grupos políticos mexicanos, persecuciones políticas; familiares de funcionarios públicos involucrados en negocios sucios y corruptos, sexenales y transexenales. Hay quienes no pueden evadir ser corruptos, traicioneros, es parte de su naturaleza, son el lado oscuro del sistema político.
De aquí, se diga contundente, que existen fuerzas políticas ocultas que quieren que vuelva el México autoritario, el autoritarismo, y corra sangre mexicana; pero, eso sí, son especialistas en crear escenarios de engaño, montajes, falsean la realidad mexicana e intentan montar imágenes violentas que recorran el mundo para desprestigiar a un país trabajador.
Esta es la triste historia de México y sus revoluciones; Decía el escritor, filosofo, político, pensador, senador influyente en la política romana durante la era imperial, Séneca (4 a.C.-65 d.C.): “Amad la razón, pues el amor a ella os defenderá de todos los asaltos, de todos los enemigos”. Por lo mismo, recordamos el documento los “Sentimientos de la Nación” del revolucionario independentista mexicano José María Morelos y Pavón, que presentó y leyó el 14 de septiembre de 1813, en Chilpancingo, Guerrero, durante la instalación del primer Congreso Constituyente, en el punto doce señala: “Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto”.
De aquí que, la teoría del complot o conspirativa como efecto discursivo ya no le funciona a la izquierda reaccionaria; no olvidar o si no lo saben qué Karl Popper uso el término “teoría conspirativa” para criticar a las ideologías que conducen al fascismo, nazismo y al estalinismo, regímenes que se fundan en complots imaginarios, que explica muy bien Oscar Orwell en su libro “La rebelión de la granja”, en el que señala a los “cerdos que caminan en dos patas”, es decir, aquellos cerdos que intentan caminar como humanos y crean escenarios catastróficos para engañar a la población. Son provocadores.
Por consiguiente, el sofista griego defensor de la cultura helénica, Luciano de Samósata (Samosata, Siria, 125 d. C. – 181 d. C.), dice: “La edad florida de los hombres, comparada con la infancia de los niños que sólo cuentan con cinco o diez días desde su nacimiento, ofrece un contraste admirable de fuerza y de debilidad en todos los actos de la vida, así en las cosas que requieren destreza de manos, como en las que se verifican por la energía del cuerpo o del espíritu”.
México y su historia, siempre existe un héroe y un villano, una víctima y un victimario; aquí hay que saber apreciar en ciencias sociales quien es la víctima y el héroe, porque el héroe a veces es el villano y la víctima es el victimario.
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