El poder inagotable de mi imaginación me permite huir a cualquier parte del universo. Mi imaginación es tan poderosa que puede, en un segundo, transportarme de cualquier lugar en la inmensidad de todas las galaxias existentes para luego aparecerme en el diminuto orificio del cañón de esta pistola que ahora apunta hacia mí cabeza. En mi imaginación yo soy dios y escribo las reglas de mi propio mundo. Soy el gran héroe y el gran villano. Nunca sufro, jamás lloro y por supuesto jamás pierdo. En mi imaginación nunca me equivoco, todas mis decisiones son perfectas. No tengo frío, ni hambre ni sed. No me dan ganas de ir al baño. No tengo sueño. No odio. No temo. No miro. Ni siquiera respiro. En mi imaginación no me haces daño. No existes. No puedes tocarme. No puedes oírme ni siquiera puedes verme.
En mi imaginación jamás podrás dispararme.
Estimado lector, hay dos cuestiones muy importantes en esta narración. Primero que nada, si usted estuvo en esta terrible situación pero puede leer este artículo es que bendito dios no le dispararon en la cabeza; y segundo, si usted no está en este momento en esta misma situación significa que muy probablemente lo que lo está estresando a lo mejor no es tan implacable y final como un disparo en la cabeza.
Hay miles de cosas qué en este momento podrían estar estresándolo a usted. Desde una enfermedad, una mala experiencia, una mala decisión o simplemente la mala fortuna.
El manejo del estrés es la habilidad de mantener el control cuando las situaciones, la gente, y los eventos exigen demasiado. No se me ocurre una situación más estresante como la descrita anteriormente en la que te apuntan con una pistola a la cabeza. Y aunque lamentablemente esto ocurre cada vez con mayor frecuencia, sigue siendo una situación atípica.
Y no, no creo poder decirle nada que valga la pena si lo tienen encañonado con una pistola. Pero si no lo está ¿porqué no descansa un poco? No, no le pido que se acueste a dormir. Le pido descansar unos segundos nada más. Tan solo un pequeño minuto. Imagínese por favor en su lugar favorito. Puede cerrar los ojos si usted quiere pero por favor concéntrese al máximo. Usted lo merece, vamos no tenga miedo. Imagínese en el lugar en donde siempre soñó estar. Imagínese en ese lugar con quien usted siempre quiso estar. No tiene que explicarle nada a nadie, usted cree su mundo en su imaginación. Experimente su mejor sensación o imagine como sería tener esa sensación. Olvídese por este minuto de todo lo que lo atormenta. Cumpla su deseo en su imaginación. Obtenga su sueño. Realice su máxima proeza. No piense en el después solo viaje hacia su deseo. Respire hondo. Sienta esa plenitud. Estire su cuerpo, abra sus manos. Sea feliz ya.
Si al abrir los ojos sigue la pistola frente a usted, no me haga caso, soy un loco.
Pero si no, puede regresar a ese maravilloso lugar imaginario y quedarse ahí todo el tiempo que lo necesite, o bien, volver cuando usted quiera.
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