Por Natalie Suarez
Que rápido nos cambia la vida y que inesperada las situaciones que nos tocan pasar. Que difícil son los retos que nos toca superar pero que mucho aprendemos de ellos. La vida se compone de altas y bajas, de felicidad y de tristezas, de soledad y de compañía, de momentos difíciles, pero también de momentos de felicidad. Que fuerte es escuchar el diagnostico de un médico y más aún cuando se trata de algo que cambiara tu vida. Una condición del corazón fue lo que le tocó vivir a esa joven, una situación difícil e inesperada y más aún por su corta edad. Nadie espera que de un día para otro le digan que hay que operarlo de corazón abierto y ese fue el reto que le toco superar.
Varios meses de estudio en estudio, varias citas con diagnósticos no favorables. Mucha tristeza y desesperación era lo sentía en ese momento. Una familia y un esposo angustiados, pero a la misma vez fuertes y confiados en que todo saldría bien. La noche anterior fue imposible dormir pensando en cómo podría superar tan difícil situación. Llega el momento de enfrentar uno de los retos más difíciles y aún así sigue el desespero, la angustia y una familia unida esperando que todo salga bien.
En un abrir y cerrar de ojos la vida le vuelve a cambiar. Un doctor con un diagnostico favorable y noticias de que todo había salido bien. Una familia llena de alegría y de fuerzas para enfrentar lo más difícil, la recuperación. Una joven con un proceso largo por superar. Días en intensivo, mejorías en unas cosas, pero en otras no. Aún permanece fuerte y luchando para superar ese reto.
Por fin logra salir del hospital luego de 8 días difíciles. Ahora era una joven diferente, ya no era aquella muchacha con aquel diagnostico crítico. Varios días de dolor fueron los que paso. Cuando por fin piensa que todo había terminado llega aquella inesperada recaída. Las recaídas son lo más difícil le habían dicho. Angustiada otra vez se dirige al hospital. Pensaba que todo saldría bien y que estaría de vuelta a su hogar. Otro diagnostico no favorable y una joven llena de tristeza, nervios y ansiedad.
Otra estadía en el hospital fue lo que gano. Tratamiento tras tratamiento, mejoraba en unas cosas y en otras empeoraba. Transfusiones de sangre, un corazón flotando por tanto liquido alrededor, el potasio y magnesio bajo, un pulmón lleno de líquido esos fueron algunos de los diagnósticos. Y aun así la joven seguía luchando por salir de ese hospital. Luego de 15 días la joven por fin es dada de alta aun con muchos medicamentos y restricciones.
Han pasado 5 meses de aquel reto tan difícil y ya la joven está más fuerte y con más ganas de seguir luchando. Hoy esa joven comparte su experiencia con todos para servir de motivación a demás personas. Hoy esa joven no se avergüenza de esa marca que lleva en su pecho ya que esa es su Marca de Vida. Una cicatriz que le brindo a ella la oportunidad de llevar una mejor calidad de vida y sobre todo una marca que la enseño a ser fuerte en medio de cualquier proceso.
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