La palabra de Dios revelada en las escrituras se nos ha sido dada por medio de un progreso histórico.
Es en este progreso histórico que conocemos el carácter y la dirección de Dios.
Por Hector Candelaria Jr
Antes, Dios revelaba su voluntad mediante Profetas, hoy él nos habla mediante la obra consumada de su hijo Jesús (vea Hebreos 1:1-2.)
Pero, como parte del progreso de la revelación de Dios podemos ver un relato muy interesante encontrado en Jeremías 36. Este relato explica como Dios utilizó al Profeta Jeremías para escribirle al Rey Joacim, un rollo con las palabras de Dios. En este rollo estaría escrito toda la calamidad que Dios planeaba hacerle al pueblo por causa de su pecado.
Este escrito era una advertencia para que el rey Joacim y el pueblo se arrepintieran de sus caminos. Más adelante en el capítulo vemos que Jehudí hijo de Netanías leyó el rollo que contenía las palabras que Dios le había dado a Jeremías. Cuando Jehudi leyó varias porciones del rollo el Rey Joacim comenzó a cortar y a quemar el rollo que contenía las palabras de Dios. A consecuencia por haber ignorado y rechazado la palabra de Dios el Rey y sus descendientes fueron castigados.
Hoy en día los gobernantes hacen caso omiso a la palabra de Dios y vemos como también le cortan pedazos para lanzarlas al fuego, tal como hizo Joacim. El que toma esta posición de seguro que no ha conocido a Dios y no entiende que el mensaje que trajeron los profetas como Jeremías, fue el mismo mensaje que trajo Jesús en su encarnación en la tierra. “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:14-14).
Cuando actuamos como el Rey Joacim, atraemos sobre nosotros Juicio de Dios. Dios es un Dios de amor pero también de ira. Dios desea que el pecador venga al arrepentimiento, pero la ira de Dios también está sobre el pecador todos los días (vea Salmo 7:11). Es en esta situación que debemos orar para que Dios nos de sabiduría y seamos iluminados para aceptar y no lanzar al fuego la palabra de Dios.
No todo está perdido, por medio del evangelio y obra del Espíritu Santo nuestros corazones serian cambiados por uno de piedra a uno de carne (vea Jeremías 31:33). Dios nos dio su evangelio para escapar de su ira y que entendiéramos que el hombre sin Dios es considerado nada (Job 34:14-15). Es en el evangelio que encontramos esperanza. El evangelio nos ofrece restauración a nuestra naturaleza de pecado, mostrándonos favor y gracia que no merecemos. Es en Cristo que obtenemos una nueva vida y una nueva identidad.
Hector Candelaria es Plantador De Iglesia
con la North American Misión Board y la Red 1:8.
Es estudiante de Southeastern Baptist
Theological Seminary
completando sus estudios Teológicos y está plantando Connect Church
la cual es una nueva Iglesia en
el área Oeste de Cleveland
para personas de habla español.
connectcleveland@gmail.com
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