Mónica Torres nos presenta a LatinUs, la primera compañía de teatro cien por ciento latino en Cleveland
Por Hernán Gálvez
A Mónica Torres se le encienden los ojos no sólo cuando habla sobre LatinUs, pienso ahora que agradece al público al término de La Muerte y la Doncella, sino también una vez que exulta físicamente su verdadera pasión: la actuación. Como aquella frase maravillosa de El Secreto de sus ojos, que comentamos durante la entrevista previa: “El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar Benjamín. No puede cambiar de pasión.”
Y Mónica nunca cedió a cambiarla, a pesar de lo cómodo que puede resultar adecuarse al cansino status quo que define la cotidianidad. Pediatra de profesión, decidió por unos años guardar los bocetos de Morfeo en un cajón, dejar su natal Puerto Rico e iniciar un internado en epidemiología genética en la Case Western Reserve University en el menos cálido Ohio, un campo “no muy teatral que digamos” como ella misma lo define, risueña. “Es que la actuación para mí no es sólo un sueño de aquellos que uno puede cambiar como si fuera un pasatiempo, ¿me entiendes? La actuación es parte de mí misma, de mi vida. Me encanta también mi profesión, pero nunca olvidé lo que realmente me llena emocionalmente. Sólo lo puse a descansar.”
Ese descanso terminó. Inicialmente con el Teatro Público de Cleveland, Mónica desempolvó aquel talento avalado no sólo por sus estudios de Arte Dramático en la Universidad de Puerto Rico, sino por su paso en la compañía de teatro “Yaguez”, también en Puerto Rico. Ya asentada en Cleveland, recuerdo con especial atención su participación como diseñadora escénica en Labio de Liebre, donde entrevistamos a una de sus protagonistas, Nathalie Bermúdez, participante activa del proyecto LatinUs.
En La Muerte y la Doncella, es la primera vez que veo a Mónica actuar. La puesta no es sencilla desde el guion: ella interpreta a una prisionera política que fuera abusada sexualmente por sus captores. Uno en especial, un médico a quien nunca vio el rostro, reaparece años después en un episodio fortuito donde está involucrado su esposo, un abogado que, convencido en la inocencia del supuesto violador, busca defenderlo en un acto de nebulosa piedad que no define ni justicia por el acusado, ni compasión por la víctima.
La obra no ofrece un país definido como escenario pero puede ser, al mismo tiempo, cualquier país latinoamericano. La obra no dicta nombres históricos reconocibles pero representa, al mismo tiempo, un acontecimiento fáctico en cualquiera de nuestras naciones. La obra no tiene edad pero tampoco caducidad. Su fuerza radica, justamente, en la realidad que propone: cualquier espectador más o menos enterado de las vicisitudes políticas latinoamericanas, donde los abusos tanto de captores como capturados dibujan un límite difuso donde buenos y malos cambian de camiseta, puede intuitivamente recibir como propia esta historia. Las actuaciones, entonces, son la base primordial de este rompecabezas psicológico que se construye escena tras escena. El final es un homenaje al tema en sí: la verdad la tenemos entre todos, parafraseando a Celine. Es una puesta que no se disfruta, sino que se resiste. Ahí recae su éxito: te la crees porque te duele.
“Ha sido un gran esfuerzo no sólo por la logística (encontrar los tiempos para ensayar, buscar los teatros donde desarrollar la obra, etc.) sino por todo lo que conlleva iniciar un nuevo proyecto: permisos, documentación, ya te imaginas. Pero hemos encontrado mucho apoyo no sólo de parte de la comunidad, sino de empresas privadas. Tenemos que agradecer al Hispanic Business Center, que nos ha guiado paso a paso. Ya tenemos un local donde ensayar, atender a personas interesadas en participar en nuestro proyecto. Todos están invitados a conocer más sobre nosotros. Tenemos un conjunto bello de personas que incluye a la misma Nathalie, Dante, Isabel Gálvez, Olga Rosado… Queremos distinguirnos, ser una compañía netamente en español.”
La Muerte y la Doncella es la primera producción de LatinUs como compañía teatral independiente. Lleva ya en cartelera dos meses, recorriendo distintas locaciones en Cleveland y alrededores. La próxima puesta será este 12 de Abril en el Ensemble Theatre: 2843 Washington Blvd, Cleveland Heights, Ohio 44118. Pueden adquirir sus tickets en www.onthestage.com. Apoyemos esta obra no porque sea latina, necesariamente. Sino porque, principalmente, es de calidad. No se la pierda.
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