El precio de no tomar accion

“Dicen que el que no arriesga no gana y yo le digo más; el que no arriesga no vive.”

Por Rut Elisa

La vida no premia intenciones, solo acciones. Al leer esta frase me hizo reflexionar profundamente sobre lo que significa para la vida de cualquiera el tomar acción en la vida.

Cuando pienso en acción lo primero que me viene a la mente es movimiento, opciones, decisiones, consecuencias y cambios, de hecho, está cargado implícitamente de todo esto, es por esta razón, el tomar acción puede ser una de las cosas más difíciles para muchos.

Y si usted es de los que siempre se ha preguntado ¿porque me cuesta tanto tomar acción sobre algo? he aquí la respuesta, lo cierto es que tomar acción implica nada más y nada menos que un cambio, de alguna forma u otra, tomar acción es igual a moverse a salir de nuestra zona de confort, cuando tomamos acción tomamos el control sobre algo, cambiamos circunstancias y momentos de nuestra vida.

Esa relación que no progresa, el decidir mudarnos de ciudad, el dejar ese trabajo que nos hace infeliz, el cambiar nuestros hábitos alimenticios, el terminar esa amistad que no conviene, el mirarte al espejo a diario y no estar conforme o satisfecho con lo que vez, son solo algunos ejemplos de situaciones que veo a diario, no eres feliz pero no tomas acción, no te hace bien, pero te conformas o te acostumbras a eso que hemos adoptado como habito o costumbre.

El ser humano se resiste a cambios de primera instancia buenos o malos, los cambios nos sacan de nuestro ambiente de zona de confort y de nuestros hábitos. A nivel inconsciente se levanta una bandera roja de alerta que nos hace preguntar por qué y para que cambiar algo que ya está establecido a lo cual ya nos hemos acostumbrado.

No perdamos de perspectiva también que toda acción es igual a consecuencia y no todos están dispuestos a pagarlas. Dejo el trabajo, pero… ¿y si no consigo algo mejor?, tengo alta presión, diabetes y me fallan los riñones, pero… me encanta la sal, los dulces no puedo dejar de comerlos, mi marido me agrede todos los días, pero… no soy lo suficientemente atractiva para conseguir nadie más, dudas incertidumbre de un futuro incierto eso es muchas veces tomar acción.

Lo cierto es que muchas veces el precio que pagamos por no tomar acción es alto, muy alto, y lo pagamos muchas veces con estancamiento, frustración, y con la depresión que nos causa sentirnos impotentes y miserable, muchas veces por no sentirnos realizados y felices, voy más allá, Lo pagamos doblemente alto porque el tiempo que perdimos no puede ser recuperado jamás. Dicen que el que no arriesga no gana y yo le digo más; el que no arriesga no vive.

El precio que pagamos por procrastinar por no tener el valor y el coraje de arriesgarnos es muy alto señores, permítame preguntarle ¿cuándo fue la última vez que se sintió feliz? ¿Realizado? ¿Cuándo fue la última vez que se sintió saludable, con energía y fuerza? Si la respuesta no fue hoy, ayer, la semana pasada o peor aún usted no se recuerda y no tiene memoria, definitivamente el precio que usted está pagando por no tomar acción es y ha sido muy alto.

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