Final a “Trumpadas”

Por Hernán O. Gálvez

Hernan Galvez 01Trump sigue siendo la vedette no sólo en la pelea hacia la candidatura republicana, sino en cómo sus pares demócratas manejan sus propias aspiraciones. Veamos: Trump, tal como lo dijimos en la edición anterior, ha solidificado ese voto duro neo-nacionalista ultra-conservador. Así ha conseguido posicionarse en la punta de la preferencia republicana. Pero que lleve la delantera no es el problema. El problema es que ese loco de verdad quiere ser presidente. Y podría, a trompadas, pero podría.
En el último debate de CNN Trump, astutamente, flexibilizó ligeramente su imagen. Apareció previamente en programas cómicos donde, como en sus entrevistas políticas, habló mucho pero no dijo nada (ver la genial imitación de Jimmy Fallon, https://www.youtube.com/watch?v=c2DgwPG7mAA) . Así mata dos pájaros de un tiro: caricaturiza su imagen (los votantes estadounidenses no tienen ningún problema en votar por caricaturas, sino pregúntenle a Bush hijo) y mantiene contentos a sus radicales. Ya se dio cuenta que un discurso puramente anti-inmigrante le sirve para las primarias, pero no para llegar a la Casa Blanca.

Ahora, esa estrategia sirve pero no significa que garantice el premio mayor. Jeb Bush –político de raza- ha apostado por la concertación desde el arranque, y luego del vendaval y show iniciales el votante podría aburrirse y optar por un “sensato” aburrido y desechar al loco simpático. Bush ya habló sobre la urgencia de una reforma migratoria y su oposición a la deportación masiva de ilegales. Sigo pensando que Jeb es políticamente la mejor carta republicana. Y pareciera que hasta sus rivales se han dado cuenta (en el debate de CNN, los golpes estaban dirigidos a un solo punching toy, Donald Trump).
En la otra esquina, Hillary sigue en la punta pero en claro descenso con respecto a encuestas previas. Ya calculó que no la tiene tan fácil. También ha usado los programas cómicos para “contestarle” a Trump ridiculizándolo como un loquito hablador y sin propuestas concretas. Tomó el toro por las astas y ofreció disculpas públicas por el escándalo de sus correos, y la gente prácticamente ya lo olvidó (pedir perdón es el mejor método para distraer y victimizarse, sino pregúntenle a su marido expresidente).

Si llega a la final, sin embargo, y en un hipotético ballotage con Trump, creo que el rinoceronte rubio se la lleva. Los demócratas necesitan un zorro experimentado como Biden para comerse a Trump en los debates. Hillary tiene el carisma de un ladrillo y victimizarse ya le sirvió una vez para mantenerse en política, no creo que le funcione de nuevo. No puede jugar tanto con el verbo misógino de Trump, ya que el machismo no es impopular en América. La presidencia es otra liga.

Hernán O. Gálvez es periodista y escritor. Tiene un bachiller en Periodismo de la universidad de Wisconsin y una maestría en Ciencias Políticas de la universidad estatal de Cleveland. También es dueño de Bilingual Trade International LLC, compañía de interpretación,
traducción y asesoría en inmigración.

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