LD / AGENCIAS
La coalición izquierdista Syriza, liderada por Alexis Tsipras, se alzó este domingo con una clara victoria en las elecciones generales en Grecia, al obtener el 36,1% de los votos, según las primeras proyecciones difundidas por el ministerio del Interior tras el recuento del 73% de los votos. De acuerdo a estos datos, Syriza obtendría 149 escaños, y se encuentra por tanto a dos de la mayoría absoluta, que está en los 151.
En este punto hay que tener en cuenta el peculiar sistema electoral griego, que explica que con el 36% de los votos un partido pueda llegar a la mayoría absoluta. Para empezar, hay que apuntar que el ganador se lleva un premio de 50 escaños extra. Es decir, incluso aunque Syriza viese reducida su ventaja según aumenta el recuento (algo que no parece que se produzca), con que tenga un voto más que Nueva Democracia se llevará esos 50 escaños.
Los otros 250 escaños se reparten a través de un sistema proporcional con distritos electorales. Pero hay una clave que lo complica todo: para entrar en el Parlamento hay que conseguir un 3% del voto en el conjunto del país. Por lo tanto, para saber cuántos escaños obtendrá cada partido no sólo es necesario conocer su porcentaje de voto, sino también cuántas formaciones entran en la cámara. Si hay muchos partidos que se quedan al borde del 3% pero sin llegar a ese límite, el umbral de la mayoría absoluta baja (con un 35-36% se podría obtener); si los partidos pequeños entran todos en el Parlamento, Syriza tendrá que superar el 40% para llegar a 151 diputados. En este sentido, parece que el resultado del nuevo partido del ex primer ministro Papandreu puede ser clave.
Por todo eso, y teniendo en cuenta lo ajustado de los resultados, probablemente no habrá una cifra cerrada de escaños hasta la mañana del lunes, cuando se sabrá si Syriza consigue o no la mayoría absoluta. Eso sí, llegue o no a la cifra mágica, con más de 145 escaños su capacidad para gobernar sin ataduras será muy elevada, puesto que no le será nada complicado lograr una alianza con alguno de los otros partidos de izquierda que han llegado al Parlamento.
Los conservadores de Nueva Democracia, del primer ministro Andonis Samarás, obtuvieron un 28,1% de los votos, lo que supone 78 escaños.
El tercer lugar lo ocupan los neonazis de Amanecer Dorado, con un 6,37% de los sufragios y 17 escaños. Le siguen los centristas del nuevo partido de centro To Potami (El Río), con un 5,85% de los votos y 16 escaños.
A continuación se sitúan los comunistas del KKE, con el 5,4% y 15 escaños y el hasta ahora cogubernamental Pasok (socialdemócratas), del viceprimer ministro Evángelos Venizelos, con un 4,8% de los votos, que se traduce en 13 escaños.
En la cola de partidos quedan los Griegos Independientes, derecha nacionalista, con un 4,7% y 13 escaños. Fuera del Parlamento se queda el partido del exlíder de Pasok y antiguo primer ministro Yorgos Papandreu.
En una primera reacción, el izquierdista Syriza habló de “una victoria histórica que da esperanza a los ciudadanos griegos que han votado contra la austeridad”. “Es un primer paso para un desarrollo progresista en Europa”, dijo el hasta ahora principal partido de la oposición para añadir que el “nuevo gobierno implementará el programa de Salónica para acabar con la crisis humanitaria y empezará la negociación con los acreedores”.
Nueva Democracia, por su parte, reconoció que Syriza es “la primera fuerza política del país”. Fuentes de la formación conservadora, citadas por la televisión pública Nerit, afirmaron que Nueva Democracia ha tenido que “aplicar una política difícil en un periodo muy difícil” y que seguirán “siendo una garantía del futuro del país”.
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