La manicura con esmalte convencional está perdiendo peso frente a una que deja las uñas más bonitas y que, sobre todo, dura más (alrededor de dos semanas), la llamada de gel o semi–permanente.
Sin embargo, la Academia Estadounidense de Dermatología (que está celebrando en Miami su reunión anual) ha advertido en un comunicado de prensa que su uso puede ser “duro” para las uñas. A los especialistas les preocupa que puedan causar que las uñas se hagan más finas, lo que puede asociarse con una pérdida de brillo y con una mayor facilidad de ruptura. Además, señalan, podría camuflar enfermedades de las uñas si se usan repetidamente.
El dermatólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York Chris Adigun, citó un único estudio en el que se basaría esta preocupación. El trabajo, publicado en 2012 en ‘Journal of Cosmetic Dermatology’, describía la experiencia de cinco mujeres con debilidad en las uñas, cuyos dermatólogos la habían asociado a la manicura semi–permanente. Además, una de las mujeres se había sometido a ultrasonidos y a una prueba denominada microscopia reflectante confocal en sus uñas antes y después de hacerse una manicura de este tipo y se había visto como la uña se había debilitado.
Adigun explicó, eso sí, que se desconoce si el daño se debe a los químicos presentes en la manicura de gel o a la acetona que se necesita para retirarla. Además, afirma en el comunicado, se sospecha que laslámparas ultravioletas utilizadas para fijar la pintura pueden asociarse a un mayor riesgo de cáncer de piel, aunque no acompaña esta afirmación de ningún estudio.
El experto aclara que las mujeres que se ponen este tipo de gel “ocasionalmente” no deben de preocuparse, pero aquellas que lo hacen frecuentemente deben ser “conscientes de los riesgos potenciales”. El especialista añade ciertas recomendaciones generales sobre el uso de manicura, a saber:
- Prestar atención a las uñas y permitir que recrezcan y se reparen. Plantearse usar la manicura semi permanente solo de forma ocasional y no cada dos semanas, para disminuir las consecuencias y el trauma “físico y químico”.
- Aplicarse protector solar en las manos para minimizar el daño de las luces ultravioletas que se utilizan durante la manicura.
- Ser “muy proactivo” con la persona que le hace las uñas. No permitir que retire las cutículas, porque esto incrementa el riesgo de inflamación e infecciones, además de secar la uña.
- Si se experimentan problemas en las uñas, optar de forma definitiva por el esmalte tradicional frente al de gel.
- Hidratar las uñas varias veces al día.
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